jueves, 30 de mayo de 2013

La invasión de las mujeres perfectas





Hola a tod@s, 

Perdonad que no me presente correctamente, pero es que llego hiperventilando..

Y es que salgo del metro por la mañana y es empezar a ver estímulos visuales de Beyoncés vendiéndote minibikinis de lycra por un precio igual de mini que me avasallan. Porque la ves ahí en el cartel, monísima ella y piensas: mira qué bien le queda este trapito! cuando sabes perfectamente que ese trasero tan rotundo no acepta menos del doble o triple de tela del que lleva ese bikini. O medio cartel más tarde ves un anuncio de unos grandes almacenes con una chica estupenda, con el tono perfecto de bronceado y en una pose super incómoda, enseñándote su nuevo bañador blanco y te paras y observas que esa piel tiene más luz que las farolas de la calle... ¡qué luminosidad! ¡qué bañador sin arrugas! ¡qué glamour!.

Un poco más tarde, otro anuncio de la tienda de ropa de colores -y desigualdades uniformadoras- con una chica saliendo toda ella mojada del agua. La ves, la miras y dices... es doña mariperfecta. Yo, en cambio, salgo del mar y parezco un calamar, con todos los pelos batallando por ir cada uno al lado que le apetece; que lo único que tengo ganas es de encontrar un peine y sin que nadie me vea, arreglarme los enredos... o quitarme el salitre... o que se me baje la piel de gallina... y éstas de los anuncios, por no tener... no tienen ni pecas!
 Y en el mismo pasillo, en la misma calle, veo el anuncio de la última película de Tom Cruise, con su carita de cuarentón llena de arrugas. La última de Al Pacino con otros dos actores más de su quinta, que sumando años dan más de dos siglos y te planteas... ancianos, con canas.. ¡y no pasa absolutamente nada! incluso a veces los encontramos sexys. O... ¿habéis visto el nuevo cartel de la saga de Fast & Furious? Todos los hombres de ese cartel hace tiempo ya que se afeitan, son todos calvos.. y la única chica que sale es Elsa Pataky. Monísima a más no poder (a golpe de bisturí, vale... ¡¡pero monísima!!) y te preguntas  ¿por qué no hay mujeres reales en publicidad? ¿por qué no hay ningún pudor en ver el paso del tiempo en los hombres y las mujeres tienen que quedarse máximo –y eternamente- en los 28?

¿Sabéis lo que os digo? ¡Que ahí se queden en sus carteles con su juventud eterna! porque mientras ellas me sonríen descaradamente desde el anuncio, retándome a ser tan mona y maravillosa como ellas... yo me dedico a pasear, a conocer a gente real como yo, a leer y a viajar. Porque a ellas un día las arrancarán de su marco y las substituirán junto con sus ropas de baño por unas chicas mucho más monas y maravillosas  y con jersey de invierno. En cambio yo puedo decidir si quiero llevar el bañador blanco o el pedazo de lycra o tomar el sol en plan cómodo sin forzar mi sonrisa ni dejarme una lumbalgia en ello. Sonrío si me apetece porque veo algo bonito, porque veo a mi sobrina pasarlo bomba en un día de fiesta o porque sí ¡porque soy real! con mis pecas, con mi nariz grande o  con mi moreno imperfecto.

¡Sonrío porque sí, porque quiero y porque estoy viva!

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